Carlos es con frecuencia incapaz de centrarse y prestar atención, suele cometer errores por descuido, y tiene mucha dificultad para escuchar o acabar las tareas escolares y facilidad para distraerse.
No parece escuchar cuando se le habla, pierde sus juguetes, encargos escolares, lápices y libros, se distrae fácilmente con los estímulos externos y es olvidadizo en las actividades diarias.
Este niño de diez años de edad, está en movimiento constante, habla demasiado y tiende a correr de un lado para otro en los momentos más inadecuados y a interrumpir a los demás.
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Nota: Agradecer a Sabina por su aportación